Padre Pedro Chien
por Miguel Bellorín.-
El padre Pedro Chien es recordado por palmarenses.Nació el padre Chien Wen Yuan el 29 de junio del año 1925, en Mongolia, donde transcurrió su infancia. Toda su familia practicaba el Budismo, y a pesar de ser el Cristianismo una religión poco conocida en su tierra; el mensaje llegó a su familia, cambiando su religión inicial por el Cristianismo, pero fue como el dijo: “Ese amor al prójimo que predican los católicos, fue lo que los hizo cambiar”.
“El padre chino”
El Padre “Chino” como era conocido popularmente también, era médico cirujano, políglota, educador y pintor, entre otros conocimientos, que adquirió en su vida. Realizó sus estudios de Teología en China, en los Seminarios de María Mayor y Menor por espacio de once años, pero para lograr su ordenamiento sacerdotal se trasladó a la ciudad de Roma, donde finalizó sus estudios de Teología. Se ordena como sacerdote en el año 1945 y prosiguió estudios por espacio de cuatro años más, fecha para la cual obtuvo su título de doctor en Derecho Canónico.
Luego se marcha a Inglaterra y en Londres realizó estudios de Economía por espacio de año y medio en el “School Keys”. Seguidamente se traslada a España, donde estudia por espacio de seis años y obtiene el título de médico Cirujano, título otorgado por la Escuela Española de Medicina para Misioneros, diploma obtenido el 25 de junio del año 1957; título que marcaria su vocación y labor altruista en pro de los más necesitados.
Paralelamente a esto, cursaba estudios de Gramática y Castellano, para aprender correctamente el idioma español.
Arribo a Venezuela
Estando el padre Chien en España, a través de una hermana de monseñor Samuel Pinto, conoce a monseñor Juan José Bernal (Q.E.P.D.), quien le invitó a conocer Venezuela, aceptando venir a esta tierra de gracia.
Se viene a Venezuela en el viejo barco de Américo Vespucio, en uno de sus últimos viajes, conociendo a muchas personas durante esa travesía. Llega a Ciudad Bolívar en el año de 1960, y monseñor Bernal, arzobispo de Ciudad Bolívar para ese entonces, lo envía por tres meses a la iglesia de Guri, luego a Ciudad Piar, un mes en El Callao, también estuvo en Guasipati y finalmente a El Palmar.
Llegada a El Palmar
Su venida a El Palmar no fue como párroco sino como auxiliar o ayudante y provisionalmente, fue después el 25 de enero de 1961 cuando se le asigna como cura párroco, y desde esa fecha llevó a cabo una gran labor de servicio y de ayuda de cualquier tipo. Cuando no había médico de servicio su casa era la medicatura de todos los enfermos. Instaló la primera academia de Mecanografía, también se desempeñó por mucho tiempo como profesor de la unidad educativa José E. Sánchez Afanador, donde fue jubilado.
Pero su gran sueño era el poder fundar un centro educativo para los jóvenes, y vemos con alegría que pudo ver su sueño realizado en el centro-taller nuclearizado “San Miguel”, que es una alternativa para la educación palmarense y que nació producto de su esfuerzo y constancia. En este taller la finalidad es preparar a la nueva generación para el trabajo en el área comercial y el hogar, también instalaciones eléctricas y reparación de artefactos eléctricos y, por supuesto, el padre fue el director de este taller, realizando esta labor gratuitamente.
Su trabajo pastoral fue muy intenso; visitaba todos los caseríos, atendía a los enfermos y le suministraba las medicinas, y tendía las manos a los más necesitados. Muchos estudiantes fueron becados por él para continuar sus estudios.
Creó muchas agrupaciones en la parroquia entre ellas “Las Hijas de María” “El Apostolado de Oración” “La Legión de María” “El Movimiento de Apostolado Juvenil” y Los “Cursillos de Cristiandad”.
Hijo adoptivo de El Palmar
Debemos recordar que un día, el 25 de enero de 1986, este pueblo declaró esta fecha como “Fiesta de todo el Municipio”, ya que ese día se adoptó a Pedro Chien como su hijo adoptivo.
Esta población a través de las organizaciones públicas y privadas le rindió homenaje al padre chino Pedro Chien, quien ese año cumplía 25 años al frente de esta parroquia desde que la Jerarquía de la iglesia católica lo había designado cura párroco de El Palmar. Desde entonces, fue el alma del pueblo y logro que la iglesia se convirtiera en una institución no sólo de oración y religión, sino también útil en el campo de la enseñanza, la orientación y en general en función social de toda la colectividad.
Huella imborrable
El padre Chien falleció el 19 de julio de 1995 en el hospital Uyapar de Puerto Ordaz. Su muerte fue sentida en el estado Bolívar, especialmente en su pueblo adoptivo, que lo lloró. Su sepelio fue una gran manifestación, cuando el pueblo se volcó a la calle a darle su último adiós. Como un homenaje a su trayectoria, el nombre del padre Pedro Chien, fue colocado al municipio número once del estado. En virtud de tantos méritos, fue propuesto que con el nombre de Pedro Chien se designara al nuevo municipio de Bolívar. La aprobación de esta propuesta ocurrió el 29 de septiembre de 1995, fecha en la cual El Palmar pasó a ser el municipio número 11 de esta región. En esa fecha fue declarado por un día como capital del estado Bolívar. Luego, al cumplirse diez años de su muerte, la Alcaldía, por instrucciones del burgomaestre Franklin González, realizó el traslado de sus restos mortales hasta la iglesia San Miguel Arcángel de El Palmar; cumpliéndose así un deseo que el solicitó en vida.
Fuente en internet: http://www.eldiariodeguayana.com.ve/content/view/39584/68/
miércoles, 2 de diciembre de 2009
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