viernes, 30 de abril de 2010

Esteban Wood y sus amores por Venezuela


El padre Esteban Wood, pertenecía a la Asociación Maryknoll, la cual amaba como su primer amor. Era el origen de su vocacion sacerdotal misionera.

Maryknoll, nombre común de la Catholic Foreign Mission Society of America (nombre oficial en latín: Societas de Maryknoll pro missionibus exteris) es una sociedad de vida apostólica[1] católica y mayoritariamente estadounidense fundada en 1910 y dedicada al ministerio misionero y trabajar en el extranjero, sobre todo Asia oriental, China, Japón, Corea, América Latina y África. En los últimos años se ha destacado también por su denuncia social a favor de los derechos de los inmigrantes, indígenas, enfermos de SIDA y otros colectivos sociales desfavorecidos,[2] así como en contra de los programas militares de Estados Unidos, especialmente la guerra de Irak.[3]

En Venezuela, habían trabajado en Caracas, Barlovento y Barquisimeto.

La familia de los misioneros de Maryknoll incluye a los Padres de Maryknoll y Hermanos (propiamente «la Sociedad», añaden a su firma M.M., Maryknoll missionary), las Maryknoll Sisters (congregación de monjas),[4] y los misioneros laicos de Maryknoll (llamada comúnmente «la Asociación»).[5] Las tres entidades están separadas canónicamente pero trabajan en estrecha colaboración. La casa generalicia de las tres entidades está ubicadas las afueras de la ciudad de Ossining, NY, 50 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, sobre el río Hudson.

En el año 2004, el padre Esteban sale de esa asociación y se incardina en la Diócesis de Ciudad Guayana, donde ejercía su ministerio sacerdotal.Sin embaro Esteban seguia amando a maryknoll, les recordaba con mucha intensidad. Pero se dedicó con esmero a trabajar en su parroquia La Sagrada Familia de Unare, logrando mejoras en el templo, reformas en la casa parroquial, y a principios de este año, inició la construcción de salones parroquiales, a pesar de la devaluación de la moneda. estaba muy orgulloso de su parroquia. Asombrado de la buena respuesta de los feligreses, de la masificación de las misas dominicales.

Su labor apostólica, fue de mucho valor en la pastoral familiar diocesana, acompañó los Encuentros Familiares. A quienes acompañó por mas de 30 años, desde sus inicios en Venezuela. consolidó el equipo de preparación inmediata al Matrimonio, como se denominan, parejas padrinos.

Sobre todo Esteban se destacó por la exigencia (autoimpuesta con rigor), para con la disciplina de la oración y la celebración de los sacramentos. Nunca falló en la misa.

Su orden y disciplina que marcó su vida, no puedo dejar de lado a sus dos inseparables amigos: Humboldt (perro de raza weimerraner) y Medias Blancas (el gato, callejero, el que lo lea no se va a dar cuenta que este perro y este gato eran sus fieles compañeros, los cuales cuidó con esmero. Impresionaba como los cuidaba, el mediasblancas ese, para mi era engreido e insoportable. Se escapaba de noche y a veces Esteban salia a silbarle ¨SSSS, Mediasblancas... etc¨ hasta que aparecía y con normalidad como si entendiera todo venia a la casa y se quedaba. A humboldt lo sacaba con el a Caminar en su rutina diaria, varias veces me tocó cuando vivi en su casa, cuando el salia de viaje a salir a caminar con el perro.

Muchas vivencias, entrañables en ese año 2006 que vivi en la Sagrada Familia, muchas personas amables que conocí alli. Pero por sobre todo la acción de Gracias por su vida y amistad.
Paz a sus restos

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